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Con un lenguaje tan poético como preciso, con una maestría calma, llena de detalles y capas que se superponen hasta lograr una profundidad asombrosa, Santiago Craig relata estas ocho historias de personajes obsesionados por el paso del tiempo, de recuerdos míticos que se transforman en fantasmas, de hombres que necesitan controlar al menos algo, aunque sea sólo cavar un pozo en la arena para después meterse adentro.

La cotidiana desesperación de estos mundos los acerca a veces al fantástico, o al absurdo. Y sin embargo, sus habitantes en ningún momento son otra cosa más que seres humanos navegando en el caos de la vida, encontrándose y desencontrándose en una casa demasiado grande, reconociéndose unos a otros por el olor que llevan impregnado en el pelo. A veces es el olor del cansancio y el jabón blanco de la pobreza digna. Otras veces, es el olor de una tarta de atún, de un cuerpo amado, de la familia que supieron construirse bajo la tormenta.

Federico Falco

Las tormentas, por Santiago Craig

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Con un lenguaje tan poético como preciso, con una maestría calma, llena de detalles y capas que se superponen hasta lograr una profundidad asombrosa, Santiago Craig relata estas ocho historias de personajes obsesionados por el paso del tiempo, de recuerdos míticos que se transforman en fantasmas, de hombres que necesitan controlar al menos algo, aunque sea sólo cavar un pozo en la arena para después meterse adentro.

La cotidiana desesperación de estos mundos los acerca a veces al fantástico, o al absurdo. Y sin embargo, sus habitantes en ningún momento son otra cosa más que seres humanos navegando en el caos de la vida, encontrándose y desencontrándose en una casa demasiado grande, reconociéndose unos a otros por el olor que llevan impregnado en el pelo. A veces es el olor del cansancio y el jabón blanco de la pobreza digna. Otras veces, es el olor de una tarta de atún, de un cuerpo amado, de la familia que supieron construirse bajo la tormenta.

Federico Falco