Si la vida fuera un playlist, la de la protagonista de "Paroled" sonaría al ritmo trepidante y nostálgico de los noventa. Legna Rodríguez Iglesias nos regala una novela que es, al mismo tiempo, una road movie existencial y una crónica afilada de la experiencia migrante en Miami.

La historia se ancla en esa melodía noventera, el telón de fondo de la adolescencia de una generación. Es en ese estado de "minoridad" sentimental donde la protagonista, con un permiso fronterizo titular, se enfrenta a la burocracia kafkiana, los empleos temporales, el encuentro con la diáspora latina y, en el medio de todo ese caos, a la urgencia de la escritura, el embarazo y el anhelo de futuro.

El pasado cubano y la historia política se cuelan en la narración no como pesados discursos, sino como poderosos flashes musicales: interrupciones rítmicas que añaden profundidad y memoria al presente. La prosa de Rodríguez Iglesias es su máxima posesión: se aferra al ritmo con una cadencia que te obliga a seguir leyendo. Esta novela no se lee, se escucha, se siente, revelando la resistencia, la vulnerabilidad y el humor negro que se esconden tras cada intento de empezar de nuevo en tierra ajena. Es un testimonio vibrante de la vida en la frontera, donde el desarraigo se baila.

Recomendado para quienes buscan:

• Narrativas con un ritmo acelerado y una prosa experimental y musical.

• Historias que aborden la experiencia de la inmigración con sensibilidad y crudeza.

• Exploraciones de la memoria cubana y caribeña insertadas en la cultura pop de los 90.

Ponete los auriculares y sumergite en esta novela que demuestra que, incluso en la burocracia y la nostalgia, la vida siempre encuentra la forma de sonar a todo volumen.

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