¡ENVÍOS SIN CARGO EN ARGENTINA PARA COMPRAS QUE SUPEREN LOS $AR 30000!

Ailton Krenak, filósofo, chamán indígena y una de las voces más reveladoras del pensamiento latinoamericano contemporáneo, sostiene que despertar del coma de la modernidad es despertar a la posibilidad de volver a sumergirse en el sentido cósmico de la vida. A través del proyecto occidental moderno, hemos masacrado la Tierra, la hemos “desgarrado”, la hemos arrasado, y con ella, a nosotros mismos. Recuperar el sentido cósmico de la vida es recordar que “la vida se mueve a través de todo” —piedras, montañas, ríos, plantas, animales, insectos, antepasados— y que la vida es “atravesar el organismo vivo del planeta a escala inmaterial”. La vida no consiste en lo que somos capaces de planificar y organizar en un calendario, tampoco en trabajar lo suficiente para poder descansar, ni en convertirse en una persona realizada con una educación certificada y un gran salario. La vida, para Ailton, es sostener el tejido que conecta a los seres visibles e invisibles de este cosmos. Un tejido violentado desde hace demasiado tiempo y que nos demanda, de forma urgente, que nos involucremos; porque “la vida es trascendencia” y no puede hacerse útil dentro de la lógica utilitaria de la habitabilidad colonial del planeta.

la vida no es útil, por ailton krenak

$16.900
la vida no es útil, por ailton krenak $16.900
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Delibooks Avenida Meeks 91, Lomas de Zamora. Horarios a Convenir.

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Ailton Krenak, filósofo, chamán indígena y una de las voces más reveladoras del pensamiento latinoamericano contemporáneo, sostiene que despertar del coma de la modernidad es despertar a la posibilidad de volver a sumergirse en el sentido cósmico de la vida. A través del proyecto occidental moderno, hemos masacrado la Tierra, la hemos “desgarrado”, la hemos arrasado, y con ella, a nosotros mismos. Recuperar el sentido cósmico de la vida es recordar que “la vida se mueve a través de todo” —piedras, montañas, ríos, plantas, animales, insectos, antepasados— y que la vida es “atravesar el organismo vivo del planeta a escala inmaterial”. La vida no consiste en lo que somos capaces de planificar y organizar en un calendario, tampoco en trabajar lo suficiente para poder descansar, ni en convertirse en una persona realizada con una educación certificada y un gran salario. La vida, para Ailton, es sostener el tejido que conecta a los seres visibles e invisibles de este cosmos. Un tejido violentado desde hace demasiado tiempo y que nos demanda, de forma urgente, que nos involucremos; porque “la vida es trascendencia” y no puede hacerse útil dentro de la lógica utilitaria de la habitabilidad colonial del planeta.